PEQUEÑO VALS VIENÉS
En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.
Este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.
Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.
En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados.
Hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.
Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals del "Te quiero siempre".
En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orilla tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.
Federico García Lorca
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Recomiendo la lectura de este interesante texto de Juan Cruz, en el que da algunas claves de la transformación del poema de Lorca, especialmente en las voces de Leonard Cohen y Silvia Pérez Cruz. Nosotros analizaremos también otras interesantes versiones.
El pequeño vals vienés
Era un milagro. Su risa era la música, esa melancolía.
Ni una palabra se escucha de Lorca, ni una. Rasgueos de piano, suspiros de guitarra. El alma del poeta en algunos celajes de sus amigos, la anécdota de su vida, el drama.
Pero ni una palabra se le escucha en ninguna parte a Lorca. Él es música. Sus palabras son canciones.
El drama, la superstición, la magia; no hay en él una sola palabra que no sea surreal, metida adentro de la alcancía de recuerdos que, palabra por palabra, fueron verdad pero él los convirtió en misterio. Para hacer música.
Es imprescindible tener en cuenta esa premisa (Lorca es música) para aprender de la inteligencia de esa canción, Pequeño vals vienés, que Leonard Cohen, a su vez, convirtió en un revuelo de palomas suaves y del que Sílvia Pérez Cruz, en español, es decir, en la música de Lorca propiamente dicha, hizo un poema salvaje, casi una herida.
Los dos, o los tres, se pusieron a dialogar con esa canción de Lorca, que es vals de principio a fin, y el resultado lo describió ayer en EL PAÍS la poeta española, de raíz de todas partes y finalmente catalana, en uno de los textos autobiográficos que más rinden cuentas, desde la poesía, desde la música y desde la vida, a Federico García Lorca, el poeta doliente que ríe.
Ese drama surrealista que hay en el pequeño vals vienés no es tan solo la crónica de un baile, que también lo es, sino que es en su puridad lingüística más esencial el abecedario del surrealismo que Lorca quiso: no hay una imagen, ni una sola, que no sea precisa, que no ensalce la narración de un sueño, el surrealismo vive ahí como un sueño de arquitecturas maravillosas, volando.
Lorca era esa canción, porque Lorca era música. Y hacían falta músicos (Lorca, Cohen, Sílvia) para aprehender esa sustancia. Ahora publica (EL PAÍS también, casualmente) un disco en el que Lorca es músico de nuevo, porque esa es su sustancia, no es otra. Su misma expresión es musical, cuando canta y cuando ríe.
Decía Brecht que había que cantar en los tiempos sombríos. Cuesta pensar, y decirlo, que en su momento más delicado y más extremo, y más inolvidable para los que después quedaron aquí, vivos, tras aquella guerra que nos sacó los ojos a los españoles viejos y a los españoles que no habíamos nacido, que Lorca tuviera un resquicio de risa en ninguna parte.
Le segaron la voz arteramente, y dejó tal reguero de música como reguero de sangre hubo tras él en el extranjero en el que se convirtió su vida, exiliado en la muerte, roto para el universo de vivir, vivo para el universo de ser misterio y hombre en otra parte, poeta.
Esa esencia musical, aérea, del Lorca más surrealista y más vital, más lorquiano, está en ese pequeño vals que Cohen acarició como si temiera romperlo. Y esa versión con la que se atrevió Sílvia Pérez Cruz, cuando apenas tenía la edad de Lorca, suspira por hacer redondas las esquinas de la vida que abandonó al poeta. Esos versos cantados son la expresión premonitoria que una joven así es capaz de hacer de la música rota de un hombre que en ese momento era surrealista para huir de la realidad, para hacerla aire, suspiro musical, silencio o baile.
Para que las palabras le dieran alcance, lo hicieran un ser vivo imaginándose un fragmento de la mañana en el museo de la escarcha. Música de palomas y de soledad, de muerte y de coñac, habitantes de este vals de quebrada cintura.
Sólo ese poema, sólo esa música, bastaría para que hoy celebráramos en España, en la lengua española, lo que Cohen quiso decir en honor de Lorca; lo rescató de la tumba de los tristes, lo puso a bailar en el mundo. Y Silvia lo hizo otra vez de aquí, lo hizo gritar ante el mar rojo de la España rota, lo hizo revivir en el silencio oscuro de tu frente.
Ella es una chiquilla aún, los otros dos han muerto. Uno se fue sin querer, empujado a la nada hiriente por este país terrible; Cohen se fue en volandas de un disfraz que tiene cabeza de río. Y Silvia Pérez Cruz, esa estrella de agua, le dijo a los dos, gritando en una plaza donde ellos ya son música y tan solo, te quiero amor mío, amor mío, dejar violín y sepulcro, las cintas del vals.
Los dos, Leonard y Silvia, son Lorca bailando.
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Veamos ahora el texto inglés al que llega Cohen tras nueve meses de trabajo:
Now in Vienna there are ten pretty women
There's a shoulder where Death comes to cry
There's a lobby with nine hundred windows
There's a tree where the doves go to die
There's a piece that was torn from the morning
And it hangs in the Gallery of Frost
There's a shoulder where Death comes to cry
There's a lobby with nine hundred windows
There's a tree where the doves go to die
There's a piece that was torn from the morning
And it hangs in the Gallery of Frost
Aey, aey, aey, aey
Take this waltz, take this waltz
Take this waltz with the clamp on its jaws
Take this waltz, take this waltz
Take this waltz with the clamp on its jaws
Oh, I want you, I want you, I want you
On a chair with a dead magazine
In the cave at the tip of the lilly
In some hallway where love's never been
On a bed where the moon has been sweating
In a cry filled with footsteps and sand
On a chair with a dead magazine
In the cave at the tip of the lilly
In some hallway where love's never been
On a bed where the moon has been sweating
In a cry filled with footsteps and sand
Aey, aey, aey, aey
Take this waltz, take this waltz
Take its broken waist in your hand
Take this waltz, take this waltz
Take its broken waist in your hand
This waltz, this waltz, this waltz, this waltz
With its very own breath of brandy and Death
Dragging its tail in the sea
With its very own breath of brandy and Death
Dragging its tail in the sea
There's a concert hall in Vienna
Where your mouth had a thousand reviews
There's a bar where the boys have stopped talking
They've been sentenced to death by the blues
Ah, but who is it climbs to your picture
With a garland of freshly cut tears?
Where your mouth had a thousand reviews
There's a bar where the boys have stopped talking
They've been sentenced to death by the blues
Ah, but who is it climbs to your picture
With a garland of freshly cut tears?
Aey, aey, aey, aey
Take this waltz, take this waltz
Take this waltz, it's been dying for years
Take this waltz, take this waltz
Take this waltz, it's been dying for years
There's an attic where children are playing
Where I've got to lie down with you soon
In a dream of Hungarian lanterns
In the mist of some sweet afternoon
And I'll see what you've chained to your sorrow
All your sheep and your lillies of snow
Where I've got to lie down with you soon
In a dream of Hungarian lanterns
In the mist of some sweet afternoon
And I'll see what you've chained to your sorrow
All your sheep and your lillies of snow
Aey, aey, aey, aey
Take this waltz, take this waltz
With its "I'll never forget you, you know"
Take this waltz, take this waltz
With its "I'll never forget you, you know"
This waltz, this waltz, this waltz, this waltz
With its very own breath of brandy and Death
Dragging its tail in the sea
With its very own breath of brandy and Death
Dragging its tail in the sea
And I'll dance with you in Vienna
I'll be wearing a river's disguise
The hyacinth wild on my shoulder
My mouth on the dew of your thighs
And I'll bury my soul in a scrapbook
With the photographs there, and the moss
And I'll yield to the flood of your beauty
My cheap violin and my cross
And you'll carry me down on your dancing
To the pools that you lift on your wrist
Oh my love, oh my love
Take this waltz, take this waltz
It's yours now, it's all that there is
I'll be wearing a river's disguise
The hyacinth wild on my shoulder
My mouth on the dew of your thighs
And I'll bury my soul in a scrapbook
With the photographs there, and the moss
And I'll yield to the flood of your beauty
My cheap violin and my cross
And you'll carry me down on your dancing
To the pools that you lift on your wrist
Oh my love, oh my love
Take this waltz, take this waltz
It's yours now, it's all that there is
Fuente: LyricFind
Autores de la canción: Garcia Lorca / Leonard Cohen
Letra de Take This Waltz © Sony/ATV Music Publishing LLC
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Oigamos algunas de las interpretaciones de Leonard Cohen:
Esta es la primera grabación que hizo en disco:
Tema interpretado por Leonard Cohen en 1988 durante una actuación en Televisión española:
Un magnífico directo en LONDRES:
https://youtu.be/zSUHkWd44vU
Y ahora, otras hermosas recreaciones en la voz de otros intérpretes.
Comenzamos con Adam Cohen, hijo de Leonard Cohen, que canta la canción de su padre en español y nos recuerda que su hermana se llama Lorca en homenaje al poeta granadino universal.
https://youtu.be/oAd_POWWGXE
Laura Gibson interpreta Leonard Cohen's 'Take This Waltz'.
https://youtu.be/RQ2uZQli8rI
Ana Belén también hizo una hermosa versión del "Pequeño vals vienés" con la música de Cohen:
https://youtu.be/YBayZPFjQjY
El genial Enrique Morente parte de la música de Cohen, pero la transforma. Versión de "Pequeño vals vienés" con Lagartija Nick en el inolvidable álbum Omega:
https://youtu.be/gqwjjgDIkfE
Esta versión en directo corresponde a la actuación que ofreció Morente en sala La Riviera de Madrid con motivo del 20 aniversario de la revista Rockdelux en el 2004.
https://youtu.be/7FH5Zby1hjU
También sus hijas han hecho alguna versión.
Pequeño Vals Vienés, Soleá Morente & Estrella Morente & Aurora Carbonell
Silvia Pérez Cruz y Raúl Fernández:
https://youtu.be/vx5CW0Vyvi8
Silvia Pérez Cruz y Pájaro:
Adaptacion del tema de Leonard Cohen basado en un texto de Lorca interpretado por Pachi Garcia para el Film La Novia:
https://youtu.be/3IsLZQCW9RU
(Continuará...)
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